Scroll o clic: la batalla del siglo en el diseño web. ¿Listo para descubrir qué estrategia te llevará al éxito sin sacrificar tu SEO?
Por Kiwop – Directo, útil y sin rodeos
Este tema puede parecer un detalle técnico para muchos, pero es un elemento crucial en el éxito de un sitio web: el scroll versus el clic. A medida que el diseño web evoluciona, también lo hacen los hábitos de los usuarios, y algo tan sencillo como desplazarse por una página tiene un impacto gigante en la experiencia del usuario, la estética y, por supuesto, en el temido (y a la vez adorado) SEO.
Si te dedicas al mundo del diseño web o tienes un sitio web y quieres optimizarlo, seguro que te has preguntado alguna vez si deberías apostar por el scrolling o mantener el tradicional sistema de clics para la navegación. ¿Qué es mejor para los usuarios? ¿Cómo afecta cada opción al SEO? Y, como suele ser en estos casos, la respuesta no es tan sencilla como elegir una opción sobre la otra. Vamos a destriparlo.
Antes que nada, hay que entender por qué el scroll se ha impuesto como tendencia. El scroll es esa acción que hacemos al deslizar el dedo en el móvil o al mover la rueda del ratón en un ordenador para ir bajando en una página. Hasta hace unos años, el clic dominaba la navegación web: todo estaba separado en múltiples páginas y tenías que hacer clic para moverte de una a otra.
Pero con la llegada de los dispositivos móviles, donde el desplazamiento vertical es mucho más cómodo que el clic, el scroll ha ganado terreno. La mayoría de los usuarios ya están más que acostumbrados a hacer scroll para navegar, y no solo en sus teléfonos, sino también en sus ordenadores de escritorio. Este cambio de hábito se ha traducido en una transformación en la forma en que los diseñadores web plantean la estructura de los sitios.
Un ejemplo clásico es la transformación que sufrió la página de inicio de los periódicos en línea. Hace unos años, se estilaba tener pequeños apartados donde los usuarios tenían que hacer clic para ver una noticia completa. Hoy, muchas de esas páginas presentan historias en un formato continuo donde los usuarios solo hacen scroll para seguir leyendo. Y esta tendencia no es casualidad, está basada en el comportamiento del usuario.
El scroll permite, además, lucir contenido visual. Las páginas web con imágenes grandes, espectaculares fotografías o gráficos llamativos se benefician enormemente del scroll, ya que permiten mantener al usuario inmerso en una experiencia fluida y sin interrupciones. El usuario simplemente sigue desplazándose y recibe todo el contenido sin tener que hacer más que un gesto con el dedo o un movimiento en la rueda del ratón. Simple, ¿verdad? Pues claro, pero no todo es tan bonito como parece.
Una de las principales ventajas del scroll es que mantiene la atención del usuario de una manera más natural. El hecho de que no tenga que tomar una acción adicional (como hacer clic) evita interrupciones en su experiencia de navegación. Esto es especialmente valioso en páginas donde se necesita contar una historia o transmitir un mensaje de manera continua.
Por otro lado, según diversos estudios de usabilidad, se ha demostrado que los usuarios prefieren el desplazamiento a los clics. Un estudio de Nielsen Norman Group encontró que los usuarios tienden a hacer más scroll de lo que a menudo se cree, incluso en las llamadas «páginas largas». Esto significa que no debes tener miedo de crear páginas más largas si el contenido es valioso, ya que los usuarios seguirán desplazándose hacia abajo, siempre que la información sea relevante.
Si hablamos de scroll, no podemos pasar por alto el efecto Parallax. Este término puede sonar técnico o sofisticado, pero si alguna vez te has encontrado con una página que parece moverse a diferentes velocidades mientras haces scroll, ya sabes de qué va. El Parallax crea una experiencia visual impresionante, como si estuvieras dentro de un videojuego donde las capas de fondo y los elementos en primer plano se mueven de forma distinta al desplazarte por la página.
¿Suena genial, no? Lo es, estéticamente hablando. Pero, como bien advertimos aunque sea visualmente atractivo, tiene un gran problema que no se puede pasar por alto: el SEO. Y ya sabes que sin SEO, tu maravillosa página podría estar condenada al olvido.
El Parallax, al funcionar en una sola página con scroll infinito, complica el posicionamiento web. ¿Por qué? Porque solo tienes una URL para trabajar, lo que significa que Google solo va a indexar una única página. Esto limita muchísimo la cantidad de palabras clave que puedes posicionar y, además, el contenido se vuelve pesado para cargar, lo que afecta negativamente al rendimiento de la página y, por ende, al posicionamiento en los resultados de búsqueda. Además, solo puedes tener un H1, lo que también limita la optimización de contenido para SEO.
Por muy bonita que sea tu web con Parallax, si no aparece en los resultados de búsqueda, lo único que vas a tener es un sitio web impresionante que nadie encuentra. Esto es lo que sucede cuando el diseño prima sobre la funcionalidad.
Entonces, ¿qué hacemos con el scroll? No todo es Parallax, ni todo es malo. El scroll tiene muchas ventajas cuando se usa correctamente. Para empezar, es ideal para webs donde el contenido está ajustado, como un portafolio, una landing page o una página de presentación de productos. En estos casos, el scroll puede mejorar la experiencia del usuario al ofrecer un flujo de navegación más sencillo y visualmente atractivo.
Además, el scroll mejora la usabilidad en dispositivos móviles, y en un mundo donde más de la mitad del tráfico web proviene de móviles, esto no es un tema menor. Si tu página es responsive, el scroll ayuda a que el contenido se ajuste de forma óptima a cualquier tamaño de pantalla, mejorando la experiencia de usuario y, por tanto, ayudando indirectamente a tu SEO.
Otro aspecto importante es que, en páginas donde se busca contar una historia o transmitir un mensaje de forma continua, el scroll puede ser mucho más eficiente que dividir el contenido en múltiples páginas. Piensa en landing pages de productos, donde quieres que el usuario lea una narrativa continua hasta llegar a un llamado a la acción (CTA). Dividir esta narrativa en varios clics podría hacer que pierdas la atención del usuario en el proceso.
Sin embargo, hay que ser prudente. No tiene sentido apostar por un diseño 100% basado en scroll si tu web necesita tener muchas secciones diferenciadas o si tu objetivo es optimizar el SEO para varias palabras clave. En estos casos, lo mejor es optar por un diseño mixto: utiliza el scroll donde tiene sentido, pero mantén varias páginas para poder posicionar correctamente tu contenido.
El scroll no es el enemigo, al contrario, puede ser un gran aliado si lo utilizamos bien. El truco está en encontrar el equilibrio entre la funcionalidad y el SEO. En Kiwop, por ejemplo, no somos fans de las páginas 100% scroll (y menos con Parallax), pero sí recomendamos usar el scroll en sitios donde la experiencia de usuario lo pida a gritos. ¿Tienes un sitio con mucho contenido que quieres que los usuarios exploren sin tener que hacer clic en cada sección? Adelante con el scroll. ¿Tienes una web donde quieres posicionar múltiples términos y secciones? Mejor no apuestes todo al scroll y utiliza una estructura más tradicional.
El scroll tiene sentido en ciertos contextos, pero cuando el SEO es una prioridad, es fundamental no caer en la tentación de usar el scroll de forma indiscriminada. Diseñar con cabeza implica conocer los objetivos de tu sitio web y cómo las personas interactúan con él. Puedes combinar técnicas de scroll en páginas clave, mientras mantienes estructuras más tradicionales para secciones que necesitas posicionar de manera independiente.
Y, por favor, evitemos los excesos. A veces menos es más, y abusar del scroll infinito puede hacer que tu web se convierta en una trampa de contenido que abruma en lugar de atraer.
Ahora bien, no podemos hablar del scroll sin rendir homenaje al clic. Durante años, el clic ha sido el pilar de la navegación web. Abrir una nueva página, acceder a secciones internas, ir a un link… el clic ha sido parte de la experiencia de usuario desde los primeros días de internet.
El clic ofrece una forma clara y estructurada de navegar. Cuando tienes secciones muy diferenciadas, como en blogs o tiendas en línea con muchas categorías, el clic es lo más lógico. Además, desde un punto de vista SEO, las páginas que se abren mediante clics pueden ser optimizadas individualmente, cada una con su propio título, descripción, palabras clave y, lo más importante, su propio contenido.
Otro punto a favor del clic es que permite medir mejor el comportamiento del usuario. Al hacer clic en una página, puedes rastrear qué enlaces son más populares, cuánto tiempo pasa el usuario en esa sección, y cómo se mueve por el sitio. Esta información es invaluable para mejorar la experiencia de navegación y para el marketing digital en general.
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