La inteligencia artificial (IA) está revolucionando todo, desde cómo pedimos pizza hasta cómo buscamos información en Google. Y hablando de Google, las actualizaciones que este gigante planea para 2025 están generando más especulación que el final de Juego de Tronos. Así que, si te dedicas al SEO o simplemente quieres entender qué pasa con los algoritmos de búsqueda, aquí tienes un análisis lleno de datos, ciencia y un poquito de ironía para mantenerte despierto.
Google ha dejado claro que su futuro está marcado por modelos de IA cada vez más avanzados. ¿Recuerdas a BERT y MUM? Esos modelos fueron apenas el calentamiento. Ahora, el buscador está trabajando en herramientas aún más sofisticadas, como PaLM y Gemini, que prometen una comprensión casi humana del lenguaje natural.
En términos prácticos, estas tecnologías permitirán a Google interpretar las intenciones de búsqueda de forma mucho más precisa. Adiós a las palabras clave exactas y hola a las búsquedas conversacionales, matizadas y basadas en contexto.
Por ejemplo, en lugar de buscar «mejor restaurante mexicano Barcelona», Google entenderá si escribes «¿Dónde comer tacos increíbles cerca de mí?» y te dará recomendaciones más personalizadas, basadas en tus hábitos, ubicación y hasta en la última reseña que le diste a un sitio en Maps. Y no solo eso: las respuestas incluirán contenido enriquecido como opiniones reales, opciones de menú y hasta tiempo estimado para llegar caminando.
Google no está interesado en mantenernos tranquilos. De hecho, las actualizaciones de su algoritmo serán cada vez más frecuentes y menos predecibles. Esto se debe en parte a la IA, que permitirá ajustes casi en tiempo real.
Ya no hablamos de Core Updates cada pocos meses, sino de cambios constantes que optimizarán la experiencia del usuario mientras los SEO pierden un poco más de pelo con cada actualización. Estas microactualizaciones, impulsadas por datos en tiempo real, podrían incluso ajustarse según el comportamiento colectivo de los usuarios en determinadas franjas horarias o regiones.
El contenido no solo debe ser relevante; debe ser útil y entenderse en todos los formatos. Las actualizaciones de 2025 prometen darle más protagonismo al contenido multimedia: imágenes, vídeos, podcasts e incluso realidad aumentada.
Google usará su IA para analizar no solo el texto de tu página, sino también lo que dicen tus vídeos o el contexto de tus imágenes. Imagina que subes un vídeo sobre «Cómo hacer sushi en casa»: Google podría entender no solo la receta, sino también detectar la calidad del vídeo, los pasos detallados que explicas y si tus utensilios de cocina están a la moda (porque sí, eso también cuenta).
En el futuro, optimizar para Google será optimizar para usuarios humanos. Las búsquedas conversacionales y basadas en contexto harán que el relleno de palabras clave sea más inútil que poner un candado en una puerta sin bisagras.
Sin embargo, esto no significa que las palabras clave mueran. Lo que cambia es cómo las usamos. En lugar de centrarnos en repetir una frase 20 veces, debemos asegurarnos de que el contenido responda de forma directa y natural a las preguntas de los usuarios. Esto también implica optimizar para sinónimos, preguntas relacionadas y expresiones regionales que puedan enriquecer la intención del buscador.
El famoso Expertise, Authoritativeness, Trustworthiness (E-A-T) ahora incluye una nueva “E” de Experience. Esto significa que Google valorará no solo a los expertos y fuentes confiables, sino también la experiencia directa del autor o la página.
Por ejemplo, un blog sobre trekking escrito por alguien que realmente hace trekking tendrá más peso que un artículo genérico de un escritor que nunca ha salido de la ciudad. La autenticidad será clave. Y Google podría incluso priorizar contenido con evidencias tangibles, como fotos reales, registros de ubicaciones y anécdotas verificadas.
Aunque la IA es una herramienta poderosa, Google quiere evitar un internet lleno de contenido sin alma. En 2025, los algoritmos serán capaces de detectar (y penalizar) contenido generado exclusivamente por IA sin supervisión humana.
Si usas IA para redactar, asegúrate de revisarlo, humanizarlo y aportar un toque personal. Google no quiere robots escribiendo para otros robots. Recuerda: contenido genérico puede ser funcional, pero el contenido excepcional es el que deja huella.
Las actualizaciones de Google en 2025 no serán el fin del SEO; serán una evolución hacia un modelo más inteligente, intuitivo y centrado en el usuario. Si abrazas la IA como una herramienta y no como un enemigo, tendrás más posibilidades de salir ganando.
En Kiwop, creemos que el SEO no es magia. Es ciencia. Y, como en cualquier laboratorio, la clave está en experimentar, medir y adaptar. ¿Estás listo para esta nueva era?
Si necesitas ayuda para mantener tu estrategia a prueba de algoritmos, contáctanos. Después de todo, alguien tiene que ayudarte a sobrevivir a la jungla de Google.
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