La tarea del Community Manager es más complicada de lo que parece. Este perfil profesional tiene la capacidad y la responsabilidad de decidir qué, cómo y cuando se publica información sobre la empresa o marca en las diferentes redes sociales en las que está presente.
Para evitar una crisis de reputación, hay que ser conscientes de que las redes viven en tiempo real y de cara al público y, por tanto, son muy transparentes. Cualquier error o distracción puede tener un gran efecto negativo. Pero se puede trabajar para evitar estos errores.
Hablar mal del servicio o productos de la competencia evidencia que uno mismo no tiene suficientes argumentos para demostrar que su producto es mejor que el del resto. Atacarles es un error. Hay que dedicarse a describir el producto, a informar de las ventajas y beneficios y a explicar qué valor añadido tiene sobre los demás, pero nunca mencionando la competencia.
Hay que transmitir amabilidad, cercanía y simpatía pero siempre sin dejar la formalidad y la cordialidad. No se debe abusar de la confianza ni utilizar un tono informal porque se daría una imagen poco profesional. El mensaje tampoco debe ser frío, sino que debe demostrar que hay una persona detrás escribiéndolo, sin abandonar en ningún momento la identidad de marca.
Si se reciben críticas, no deben ignorarse. También se está en las redes para atender consultas, quejas, peticiones, etc. Los usuarios buscan ser atendidos, escuchados y que se les dé explicaciones. Son canales de comunicación bidireccional, es decir, ofrecen la posibilidad de interactuar y, por lo tanto, se ha de contestar siempre.
Alerta! No se debe caer en provocaciones. Hay que respetar todos los comentarios, aunque sean desagradables, contestarlos con educación y trasladar la conversación a una vía privada.
El objetivo es llamar la atención de los seguidores y mantenerlos informados. Para ello, es necesario publicar contenido variado y no solo relacionado con nuestra empresa. Para no aburrir con contenido del mismo estilo se puede compartir información que no esté exclusivamente relacionada con la empresa sino con los servicios o productos que ofrece. También es interesante interactuar con empresas del sector.
Lo más normal es que la empresa reciba tanto comentarios positivos como críticas. En ambos casos, el feedback es muy constructivo en el ámbito corporativo. No borrar los comentarios negativos demuestra respeto y compromiso, y transmite confianza.
No es lo mismo. Aunque muchas empresas abran un perfil para su marca, las páginas de empresa ofrecen muchas más posibilidades profesionalmente. De entre ellas, existe la oportunidad de crear foros o concursos, y la de monitorear y analizar las estadísticas. Es muy recomendable interpretar todos estos datos y sacar conclusiones para ir mejorando poco a poco.
Hay que elegir correctamente en qué redes sociales debe estar presente la empresa, según sus objetivos, el público y los intereses. Trabajar con muchas plataformas puede complicar su gestión. Por lo tanto, conviene dedicarse a las que realmente se encuentra nuestro público. Hay que mantenerlas actualizadas y estar ahí constantemente, y no abandonarlas.
No se puede publicar una información con la misma forma en todas las redes sociales sino que hay que adaptar el contenido a cada plataforma. Se debe presentar la información ajustada a lo que el usuario busca, ya que cada una tiene una finalidad diferente.
Hay que ser dinámico y aportar valor publicando contenidos con diferentes formatos: vídeos, fotografías, concursos, enlaces, etc. Las publicaciones deben ser breves y sencillas para que sean efectivas. Hay que tener cuidado de no saturar a los usuarios por el hecho de actualizar con demasiada frecuencia, es decir, dosificad la información y no seáis invasivos.
El público objetivo es el que nos interesa. No vale la pena tener muchos seguidores a quien el contenido que les podemos ofrecer no les interesa. Se necesitan seguidores entregados, proactivos, que interactúen con los contenidos publicados.
No todo el mundo tiene las capacidades para gestionar las redes sociales. Debe hacerlo una persona preparada y cualificada, que se haya formado en este ámbito y que se dedique a ello profesionalmente, ya que es ella quien representará la empresa a nivel digital. Además, es muy importante que escriba correctamente y sin faltas de ortografía.
Finamente, siempre hay que vigilar si uno está conectado desde la cuenta de empresa o des de la personal, no aprovecharse de situaciones de alta visibilidad y no atravesar la sensible línea de la opinión pública. Tener presentes todos estos elementos garantizará el buen funcionamiento de las redes sociales, imprescindible para que la estrategia tenga éxito.
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